El pasado jueves, 12 de Mayo, pasaron por nuestras aulas de especial, todos los alumnos de primero de educación primaria. Han dedicado toda una semana para trabajar su Proyecto de las Plantas, y como saben que nosotros contamos con un taller de jardinería, solicitaron nuestra colaboración. Y por un día, nosotros los alumnos de educación especial, nos convertimos en expertos, y los más pequeños, continuaron aprendiendo. Bueno, en realidad, todos aprendimos mucho de esta gran experiencia.
¿Qué es lo que hicimos? Con la ayuda de nuestros profesores enseñamos a los alumnos a trasplantar un esqueje de tomate cherri, les acompañamos en una visita guiada por nuestro jardín, realizamos juegos por el mismo, les explicamos las características de algunas de las plantas aromáticas utilizando los sentidos, creamos ambientadores naturales, y por último, plasmaron sus manos en los murales que simulaban un gran bosque en nuestro patio.
Aunque hemos de decir, que al principio, todos estábamos algo nerviosos. Al preparar los talleres y situarnos en el papel del profesor nos surgieron algunas inquietudes; y si nos equivocamos, y si se rien de nosotros, y si recibimos algún insulto. Pero el apoyo que nos brindamos, el afecto y respeto que nos tenemos, y la ilusión con la que nos enfrentamos a las nuevas situaciones, pronto hicieron que esos miedos se transformaran en sonrisas, en risas, en alegría, en querer ayudar, y sobre todo, en querer mostrar todo lo que somos.
Esta vez los alumnos de primaria han tenido unos profesores diferentes y nosotros hemos podido comprobar que se aprende más en colaboración con los otros.
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