Comenzábamos
este curso con la propuesta de líneas de fuerza que nos invitaba a
“elegir para soñar”. Sugerente propuesta a la que los alumnos y
profesores de educación especial nos hemos unido. Pensamos que
también es importante soñar para poder elegir y tener valor para
asumir el riesgo de hacer realidad nuestros sueños.
Este
año hemos querido crear e imaginar cómo podría ser el árbol de
nuestros sueños. Un árbol sencillo, sin muchos adornos, alto y
fuerte. Del que cuelgan todos nuestros sueños: una escuela que es
camino para todos; donde se respetan las diferencias porque sabemos
que todos somos diferentes,;el amor a la familia que nos cuida y
protege; la amistad sincera y generosa; la paz ; y un futuro donde
podamos seguir formándonos y tener un trabajo digno.
Debajo
de ese hermoso árbol de lo sueños aparece un sencillo Belén que
nos recuerda que Dios Padre se hizo hombre y decidió entregarse al
mundo. Es esta experiencia del amor de Dios la que nos ayuda a
humanizarnos.
Soñando,
soñando nos podíamos imaginar si ese niño que está en el portal
no pudiese hablar, no pudiese escuchar, no pudiese caminar … María
y José le habrían apoyado, animado, motivado para hacer de él una
persona capaz de afrontar la vida con confianza y optimismo. Esa
historia se continúa en cada una de las acciones que como padres
vamos haciendo en nuestros hijos.
Y
si los pastores que se acercaban a conocer a Jesús no pudiesen
hablar, escuchar, ver, andar....no importa. Ellos llevaban su
alegría, su ganas de superarse, su entrega desinteresada. Eso es lo
que importa y es lo que descubrimos cada día gracias en nuestros
alumnos.
Así
iríamos componiendo un Belén donde todos tienen su sitio desde lo
que cada uno es y va dando de una manera silenciosa y esperanzada.
Esta
Navidad que es la de cada uno de nosotros puedes ser, si soñamos, un
cántico a la belleza de la vida y a la vida vivida en plenitud.
¡Feliz
Navidad 2015!
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